martes, 21 de octubre de 2014

ION4 NON STOP MADRID LISBOA 2014......2ª PARTE

...
Etapa 6.- Cañaveral-Alcántara.-

 Otra etapa para el Equipo J. esta vez, con otra bici de repuesto para Juan, y mientras ellos pedalean, nosotros nos fuimos a Cáceres a buscar una tienda de bicis, y comprar un manillar para el “destrozón”, aquí el que durmió la siesta del siglo fui yo, una vez que dimos el relevo, me duché y comimos algo, me hice dueño y señor de la cama y no la abandoné hasta Alcántara, bueno, un poco antes, que paramos a echar gasoil, pero que no me enteré de Cáceres, ni de la tienda, ni donde estaba, ni si tardamos mucho o poco, estaba necesitado de un par de horas, sino de sueño, sí de tumbarme y estirar las piernas, eso ha sido con diferencia la mejora sustancial con respecto al año anterior, porque realmente dormir, no se duerme, pero cierras los ojos, y te relajas, cosa que el año pasado no podíamos hacer.


Aquí fue el inicio de nuestra bonita amistad con la lluvia, nos cayó una manta de agua, justo en el momento que iban a llegar nuestros compañeros, lo que ocasionó un pequeño despiste, como que Manolo saliera la siguiente etapa sin bidones para beber, aquí tuvimos que cambiar de nuevo, chip, dorsal y GPS, pero claro, se nos olvidó que los bidones estaban vacios porque eran los que había utilizado Juan, y con la lluvia y los nervios, pues se fue con ellos.

Etapa 7.- Alcántara-Cedillo.

La madre de todas las etapas, esta no nos pilla de susto, y creo que a nadie, es con diferencia la etapa que hace mella en las piernas de los bikers, por distancia, por desnivel y por dificultad técnica, y además con lluvia y barro, nosotros nos fuimos carretera y manta hacia Cedillo, sabiendo que Manolo había llenado los botes en algún sitio, y con los ánimos por las nubes, porque seguíamos rebajando el tiempo con respecto al año anterior, a pesar de los inconvenientes.

Mientras esperamos, confraternizamos con los colegas, nos tomamos un café, hacemos fotos y nos vamos preparando también nuestra equitación, que ahora nos toca de nuevo, sabemos que salieron a las 2, y que el año pasado tardaron 6 horas y pico, así que este año al ritmo que vamos si no tienen ningún percance a partir de las 7, pueden venir en cualquier momento, ¡leches! Como un reloj suizo, a las 7 y cinco, aparecen la pareja, Manolo en unas condiciones lastimosas, ambos parecen salidos de una batalla de trincheras de la primera guerra mundial, se comenta entre los compañeros, y es verdad, que algunos hacen trampas y en vez de seguir el track, vienen por carretera, en estos no hay dudas, parecen 2 terrones de barro con ruedas, pero se han marcado 5 horas en la etapa, ¡con un par!.

Etapa 8.- Cedillo-Ponte de Sor.

Aquí estamos preparados, esta vez no hay problemas de GPS, ni de focos, ni nada por el estilo, nos pasan la pulserita que sirve de testigo del relevo y nos vamos “enciscados”, porque todavía es de día y queremos aprovechar el mayor tiempo posible con luz natural, salimos por detrás de la plaza de Cedillo y empezamos a detectar los cambios con respecto al año pasado, este año nada de carretera, se baja a la presa que sirve de frontera con Portugal por una senda, que termina convirtiéndose en una trialera espectacular, ¡qué pasada! Disfrutando como un “gorrino en una charca”, y porque el terreno estaba mojado y había que sujetar y extremar las precauciones pero todo el desnivel que hay, se baja en un palmo de 200 metros, por momentos parece que voy a salir por encima del manillar, pero llego al final ileso y con la adrenalina a 2.000, y así comenzamos a rodar por la carretera, subimos todo lo que hemos bajado antes, pero las piernas están bien y llevamos buen ritmo, sabemos nuestro límite horario, 5,30 h. que es lo que tardamos el año pasado, así que vamos haciendo nuestros cálculos, a priori, se sigue el mismo recorrido, mucha carretera, hasta que la abandonamos justo cuando empieza a oscurecer y además se comienza por una senda en la que la lluvia de días pasados y la que nos empieza a caer nos complica un poco la existencia, paramos a ponernos el chubasquero porque la temperatura ha bajado, y seguimos por un pequeño cortafuegos subiendo y bajando, atravesando arroyos y dehesas, no se ve ni un alma por la zona, hasta que se nos pega un compañero que viene por detrás y se queda junto a nosotros, pasamos las zonas empedradas que tan bien recuerdo del año pasado, en la que mis piernas y mis posaderas se lamentaban continuamente, y sin embargo este año, no encuentro dificultad alguna y las pasamos sin complicaciones, tanto mi hermano como yo, nos acordamos de los perros que esta zona nos acojonaron el año pasado, y que este año, sin embargo no se oyen gracias a la lluvia, volvemos a salir a una carretera, aquí evitamos que otro compañero se despiste en un cruce y formamos una grupeta de cuatro, el biker recién recogido nos dice que se encuentra fatal y que estaba pensando incluso abandonar, lo animamos, le decimos que lo peor ya está hecho y que se pegue a nuestra rueda porque el terreno lo permite, así les indico que vamos a animar un poco el pedaleo y nos ponemos a tirar del grupo, 25/30 más o menos para no perderlos, y transcurre el tiempo muy deprisa, de vez en cuando miro el reloj, y veo que no son más de las 10 de la noche, sin embargo tengo la sensación de que llevamos toda la noche encima de la bici, volvemos a abandonar el asfalto y pillamos a un grupo de 7/8 que llevábamos delante, al final hemos sacado buen ritmo y seguimos todos juntos, esta etapa es la mejor, mi hermano ha superado sus crisis y llevamos los ánimos y las fuerzas disparados, y contando con el conocimiento de la etapa nos vamos mentalizando de que prácticamente ya está hecha.

            La lluvia ha hecho que los caminos estén en perfecto estado para rodar, si no fuera por los charcos, algunos de considerables dimensiones que ocupan todo el camino y hay que pasar con cuidado, nuestro compañero del “Gambrinus”, se pega un piscinazo en uno de ellos, sin consecuencias salvo el remojón, abandonamos de nuevo los caminos para salir a la carretera, por distancia, nos quedarán unos 20 kms. Y confiados pensando que ya está hecho, nos encontramos con la sorpresa de la noche, el track gira a la derecha para enfilar una cuesta de vértigo entre medias de un bosque, ¡oh, my god! O en su versión más castiza ¡la madre que me parió!, esta es una de las novedades del track, al parecer que los últimos kilómetros fueran por carretera era muy sencillo, y han decidido llegar a Ponte de Sor, cruzando el monte que tienen en los aledaños en vez de rodearlo por carretera, que resulta muy bonito, que es espectacular las subidas y bajadas que tiene, que esto es MTB, que sí, que todo lo que quieras, pero que las piernas ya van cargaditas y esto supone un nuevo suplicio… pero no pasa nada, si hay que subir, se sube y si hay que bajar se baja, así que todo el grupo hacia adelante, hasta que mi GPS, dice que ya ha durado demasiado….y al poco tiempo mi foco también….y el de mi hermano lo mismo, por lo tanto, no nos queda más remedio que “viajar de prestado”, se lo indico a mi hermano, no nos podemos separar de ningún compañero, y tendremos que parasitar la luz y el gps que llevan, menos mal que vamos un buen grupo y es bastante fácil seguir la senda, pero también es verdad, que una vez ascendido se circula bastante rápido por los caminos que serpentean entre los árboles y cuanto menos resulta un poco arriesgado porque los baches que hay no los ves hasta que no están encima, al final después de disfrutar de una bajada sin complicaciones, nos ponemos al nivel de nuestro destino y ahora todo es llanear, se forma una locomotora de 4 bikers, donde nos enganchamos, rodamos a 30 como si nos fuera la vida en ello, y nuestro compañero ocasional “Gambrinus” se lanza como un poseso y se va a 200 metros por delante, durante un buen tramo seguimos en su captura, yo no miro hacia atrás, el grupo de 12/15 que íbamos se estira, pero aquí nadie cede, hasta que salimos a las afueras de Ponte de Sor, donde ya hay iluminación, y aquí después de llevar toda la etapa sin poder ponerlo, me entra el plato grande y me despego de la locomotora, miro para atrás y veo que me sigue el que comparte apellidos conmigo, así que no hay nada que esperar, nos lanzamos a 40/45 en pos del compañero, los últimos 3 kms. Pasan en un suspiro, tal es así que en un cruce nos equivocamos (bueno se equivoca el que va delante) y tenemos que retroceder unos metros para coger el camino correcto y así cruzamos el arco de control, para dar el relevo a nuestros compañeros, el Equipo J, que salen de nuevo…
Parece que es muy tarde, quizás por la sensación del año pasado, pero solamente son las 12,30 de la noche, al final, 5,25 h. es decir, 5 minutos menos que el año pasado, un sabor agridulce porque queríamos recortar más tiempo, pero analizando fríamente, la etapa ha sido mucho más dura que el año pasado, tanto por el terreno, como por la lluvia.

Etapa 9.- Ponte de Sor-Coruche.

            Al igual que el año pasado, en esta estación de avituallamiento, se portan con una amabilidad y hospitalidad dignas de mención, incluso tienen unas Sagres para los corredores, que a estas alturas vienen de cine, el cuerpo está hasta las narices de bebidas isotónicas, barritas supervitaminadas y tonterías de esas que tomamos los ciclistas, así que dos bocadillos de salchichón con sus respectivos botellines recuperan al más muerto.

Saludamos a varios amigos, entre ellos los de El Altillo, que están esperando a su compañero para salir, a “Gambrinus” por el etapón final que ha hecho, y eso que se quería retirar cuando lo pillamos, y saludo a una voluntaria local Ana Martins, que el año pasado nos trató estupendamente y este año también está por allí y también nos recuerda, y sobre todo, nos duchamos con agua caliente, algo de lujo este año, porque en las otras dos ocasiones no había.
            Tras intentar cenar algo, hecho imposible porque los bares ya estaban cerrados, decidimos tomarnos unas pastas del avituallamiento y marchar hacia el siguiente punto de encuentro, Coruche, y esta vez, tomo yo las riendas de la caravana porque José María está con el piloto de la reserva encendido y le digo que se acueste un rato (vaya paliza que lleva él también).

            Así sin más dilaciones, ponemos rumbo a nuestro penúltimo destino, por carreteras secundarias, pero que se hacen amenas, y llevando de copiloto a mi hermano para que no me duerma, vamos charlando un rato hasta que llegamos.
            Aquí este año el punto de control está al lado de la plaza de toros, a estas alturas el movimiento de caravanas es menor, por un lado, porque ya han llegado muchas de las que van por delante, y por otro que los que van por detrás siguen 1 o 2 etapas más atrás.
            Despertamos a los compañeros para que se vayan preparando, yo aprovecho para tomarme un chocolate caliente de máquina que tienen en el control, y tras una insustancial conversación con un chico de allí que llevaba una torrija monumental y que estaba alucinando con la que había liada entre las bicicletas y las caravanas, aparecen nuestros compañeros.

Etapa 10.- Coruche-Lisboa.

            Son las 4 menos diez de la madrugada (una hora menos en Portugal), estos se han presentado sin avisar, menos mal que estaban preparados los del último relevo, más tarde descubrimos, que sí habían llamado, pero no oímos el teléfono, como es habitual, duchas, comer algo y recuperar fuerzas camino del Parque de las Naciones, el año pasado nos ventilamos la etapa en 4,40 h. así que este año será más o menos aunque hayan metido caminos en vez de tanta carretera.
            Transición sin incidentes, llegamos a la zona de parking cuando está amaneciendo, según llegan algunos compañeros de otros equipos la etapa se las trae por el barro, al parecer se hace muy dura, saludamos a los vecinos de Alcázar y decidimos irnos dando un paseo hasta la línea de meta para esperar allí a los sufridos amigos que han hecho la última etapa y saborear poco a poco la victoria.
            Dadas las horas que son, la meta está un poco “desangelada”, aún no han hinchado el stand de fisioterapia que montan para los corredores, y pillamos a todos los de la organización medio dormidos, aprovechamos para hacer fotos y explayarnos con los que van llegando y saludando a algún conocido.
            La espera se hace muy larga, y sobre todo cuando los compañeros que van llegando dicen que la etapa tiene mucho barro y que se hace muy dura, así que vemos pasar los minutos demasiado despacio para nuestro gusto, entre otras cosas porque no hay mucho en lo que entretenerse... llegan los amigos de Alcázar, un tiempo de 43,36 h. un magnífico tiempo, y los nervios y el gusanillo se meten en el cuerpo sintiendo una alegría y una satisfacción al ver los abrazos, las risas y el ánimo de nuestros vecinos, incluso ejerzo de fotógrafo durante unos minutos con una cámara que me deja Roberto, para que ellos puedan explayarse a gusto en un mar de abrazos y palmadas en la espalda. Así, como que no quiere la cosa, en media hora se presentan nuestros amigos en el horizonte a lomos de sus bicicletas, dispuestos a cruzar la línea que separa el objetivo cumplido, detienen nuestro cronómetro particular con 44,06 h. al final, después de todos los inconvenientes, hemos logrado rebajar en 6 horas el tiempo del año pasado, nos ha costado nuestro esfuerzo, pero ¡¡¡LO HEMOS CONSEGUIDO!!! ¡¡¡SOMOS FINISHERS!!! Por segundo año consecutivo.

            Llegan exhaustos, llenos de barro y sedientos, pero orgullosos y satisfechos y con una sonrisa de oreja a oreja, ahora los abrazos los repartimos nosotros, nos animamos, nos reímos, y la alegría se nos nota en los ojos, pasamos al photocall que tienen preparado y nos hacemos cuantas fotos se nos ocurren, saboreamos la medalla que nos entregan al haberlo conseguido y los nervios y la tensión desaparecen por completo, ahora nos toca disfrutar del momento, de decir unas cuantas tonterías, de presumir ¿por qué no?, y sobre todo, de compartir este momento con los amigos.

            Nos dicen nuestra clasificación provisional (se confirmaría como definitiva), puestos 100 y 101 de la general….contentos, felices, nuestro reto era superarnos, nuestra lucha era contra nosotros mismos, contra las vicisitudes, las adversidades, los inconvenientes que surgen en toda carrera, y los hemos superado con creces, esta edición ha sido más dura que la anterior por muchas circunstancias, roturas, lluvia, modificaciones, pero aún así, lo hemos vuelto a lograr y además superando el tiempo del año pasado, nos sentimos orgullosos y se nos nota.

            Después, tranquilamente, iniciamos el camino de vuelta a nuestra “motorhome”, caminando pausadamente, comentando anécdotas que repetiremos hasta la saciedad y disfrutando por lo que acabamos de hacer, ahora solo nos queda relajarnos y disfrutar de la capital portuguesa, paseando sin prisas por sus calles y celebrando con su gastronomía que otro año más hemos llegado hasta allí.
            Este año ha sido distinto al anterior, en una prueba de estas características influyen muchos factores y tiene que ser así, no creo que haya dos iguales; evidentemente ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos, quizás por eso, los nervios al principio eran mayores, pero también la experiencia nos ha guiado en aquellos puntos que el año pasado tuvimos que aprender sobre la marcha, el hecho de ir un participante más en cada equipo, ha llevado a enfrentarnos a la carrera con más descaro, se hacían menos etapas, pero las hemos realizado con más intensidad, mientras el año pasado nuestra filosofía era llegar antes del cierre de control, este año ha primado el espíritu deportivo sobre el de supervivencia y todos salíamos a dar lo mejor de nosotros para arañar tiempo sobre nuestras referencias pasadas, eso lo hemos notado en el desgaste muscular, el cansancio por no dormir básicamente es el mismo, porque aunque no pedalees, la tensión, los nervios, el ambiente, hace que duermas muy poco, y este año, sí hemos podido estar más organizados y aunque no dormías, podías tumbarte, la autocaravana ha sido crucial; y en el apartado de incidencias, el año pasado solo tuvimos un reventón, que se solucionó con un cambio de cubierta sobre la marcha, y este año hemos tenido avería y de las gordas, además de un par de pinchazos, por lo demás, la ilusión, las ganas, y nuestra filosofía de pasarlo bien dando pedales han sido las mismas….y de momento siguen intactas y subiendo…¿hasta el 2015?....jejeje.


No hay comentarios:

Publicar un comentario